Llevo años buscando líneas en los mapas donde dar rienda suelta a mi imaginación, y teniendo en cuenta que vivo en el norte de Noruega: virgen y despoblado territorio del Ártico Europeo, tengo la suerte de llevar años encadenando felices travesías de packraft y esquíes a través del Finnmark.
El municipio de Loppa, la llanura del finnmark, o la isla de Seiland son mis tesoros más queridos, el lugar donde he pasado algunos de los días más felices de mi vida outdoor. Pero a fuerza de recorrer durante años el territorio, también se me empieza a acabar, y debo poner el foco en lugares nuevos (nuevos para mi) donde seguir haciendo la misma clase de travesías sin tener que repetirme.
Hace 6 años hice una travesía a través del glaciar Svartisen combinando los esquíes con el packraft qué recuerdo como uno de los mejores viajes de mi vida.
Los viajes de Packraft y esquíes son mis favoritos; unen mis dos pasiones: remar y esquiar.
Mapa de la travesía
Pasar meses mirando obsesivamente los mapas siempre suele dar buenos resultados, y al final acabé encontrando una posible ruta “perfecta” a través del glaciar más grande de Noruega: El Jostedalsbreen. La travesía en realidad comenzaba lejos del glaciar, en un fiordo patrimonio de la humanidad y terminaba en otro fiordo patrimonio de la humanidad; los dos únicos patrimonio de Noruega: Geiranger y Nærøy.
Esta ruta que menciono son en realidad varias rutas. Remar el fiordo de Geiranger, caminar hasta el glaciar, remar el lago Oppstrynvannet, cruzar el glaciar Jostedalsbreen por la ruta clásica desde Erdal a Flattbrehytta, remar los fiordos de Fjaerland, Sogne, Aurland y Naeroy. Más de 200 kilómetros con esquíes y packraft, aunque los 15 km de asfalto entre Hellesylt y Vollset decidimos hacerlos en un taxi para evitar caminar cargados como mulas por una carretera sin mayor interés, y el cruce a lo ancho del Sogne, entre Hella y Vangnes (5 km aprox), lo hice con el ferry de línea.
Hasta la salida del glaciar en Fjaerland me acompañó mi amigo Juan Diego Amador Rivero, y desde Fjaerland hasta Gudvangen continué yo sólo remando bajo la intensa lluvia que no me dejo ni un instante.
Vídeo
Durante la travesía, unas noches dormimos en Tienda, otras en cabaña y otras en camping. Al pasar por diferentes pueblos se puede comprar comida, alojarte en campings o incluso reenviar equipo a casa por correo, como hice yo desde fjaerland con todo el material que ya no necesitaba.
No he tratado de hacer ningún record, tan solo realizar el viaje más bonito posible y disfrutarlo intensamente; a pesar de que el tiempo no siempre ha acompañado.
Quería agradecer a mi compañero Juan Diego Amador, sin cuya compañía no hubiera podido tener éxito esta travesía, y también a Norse Packraft por darme un traje estanco que ha resultado ser una pieza fundamental en mi equipo y que recomiendo.