Conocí el rio Reisa en un lejano otoño del año 2009, durante el primer viaje que Lonchas y yo hicimos juntos. En aquella época Lonchas era apenas un cachorro y los más de 400 kilómetros a través del parque nacional de Reisa, los bosques de Finlandia y Suecia, sirvieron para sentar las bases de lo que serian nuestros futuros viajes durante una intensa década. Así que Reisa siempre me ha traído buenos recuerdos y muchas ganas de volver. Pero uno empieza a desdoblar los mapas y acaba encontrando otros caminos nuevos que siempre llaman más que los ya conocidos. Sin embargo el rio Reisa sólo lo había caminado a lo largo de sus orillas una treintena de kilómetros y bajarlo hasta el mar era siempre tentador.
La fuente del río es el lago Raisjavri, situado 30 kilómetros al oeste de Kautokeino. La manera de llegar no podía ser otra que caminando all largo del sendero Nordkalotedden; que empieza precisamente en Kautokeino.
En dos jornadas llegué al lago y allí mismo hinché el Packraft para cruzarlo y llegar hasta donde las aguas mansas del Raisjavri acaban y comienza el rio Reisa.
"El otoño es una segunda primavera, cuando cada hoja es una flor". Albert Camus
Mapa de la travesía
La duda era si meterme en el rio desde la misma fuente o caminar otra treintena de kilómetros hasta donde el río se vuelve mucho mas amable. No pondré como excusa que el rio desde su fuente llevaba poca agua, aunque era una verdad objetiva, la realidad es que no me apetecía nada meterme en zona de cañones y tener que arrastrar el Packraft por mitad del cauce durante días. Y menos hacerlo sólo. Prefería jugar sobre seguro y llegar a pie hasta la cabaña de Nedrefoshytta a través de un camino por el bosque.
En la cabaña hice noche y al día siguiente me dejé llevar aguas abajo hasta el mar durante 3 días, en los que paré a visitar la famosa catarata de Molli y otros tantos lugares donde no encontré a nadie.
Desde Kautokeino hasta el mar son cerca de 150 kilómetros, de los cuales 65 son a pie y el resto remando por un rio que nunca te pone en dificultad y que puede ser el bautismo perfecto para cualquiera que se inicie en el Packraft.
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